Ediciones B. 2012
¿Qué es estar bien? ¿Cómo sería estar mejor? Estas dos preguntas abren un universo reflexivo y estimulante donde la conciencia de sí mismo, la aceptación, la capacidad de perdonar, la propia escala de valores, la actitud positiva ante la vida juegan un papel decisivo en el bienestar.
El bienestar no es una meta, sino una manera de vivir. En armonía, con coherencia, iluminando nuestras zonas oscuras, aprendiendo a dar y recibir amor.
“Mientras mamá y yo permanecíamos en la orilla, papá se sumergía rápidamente en el agua y nadaba lejos. Al rato, venía a buscarme y me llevaba hasta donde ya no hacía pie. “te voy a enseñar a hacer la plancha” – me decía – , “es muy importante que la aprendas pues te puede salvar en caso de un naufragio, o si estás nadando y te sorprende una tormenta, o te acalambras (…) confía en que el agua te traerá nuevamente a la orilla. Deja tu cuerpo muy quieto y laxo… así… Si te hundes un poquito no importa porque, enseguida saldrás a flote. Siempre saldrás a flote si no te olvidas de relajarte y respirar. No realices ningún movimiento… no es necesario… el agua te sostiene. Ves, ya no te estoy sujetando y el agua te sostiene. Si no te olvidas de relajarte y respirar, puedes sobrevivir a cualquier tormenta.”
