Perdonar es liberar de una ofensa o un perjuicio a quien nos haya perjudicado con ello, o a nosotros mismos, en el caso de haber hecho algo que evaluamos como dañino hacia otra persona o a la propia.
El hecho de perdonar nos libera de un sentimiento negativo, y de la carga y consecuencias que eso conlleva, tanto en forma de malestar como generador de síntomas diversos, físicos o del estado de ánimo.