Salud holística y reflexología
Lo que proponemos en este libro es ampliar la mirada acerca de la reflexología y sus aplicaciones, más allá de los desequilibrios en el organismo, teniendo en cuenta los planos más sutiles, trabajando en el reequilibrio de una salud holística que integre cuerpo, mente, emociones, relaciones y espíritu. En este libro se desarrollan aspectos holísticos del ®Método López Blanco de Reflexología, convocando al lector a contactar con todos los planos que configuran su holos personal: cuerpo, mente, emociones, espíritu y relaciones, y brindándole herramientas para trabajar, en sí mismo o en los otros, todos esos planos. Con lenguaje sencillo y claridad conceptual, incluye teoría y práctica de la reflexología con objetivos específicos, para que el lector pueda incorporar a su vida esta maravillosa terapia. Una novedad de esta obra es la presentación de un mapa holístico de áreas reflejas con puntos maestros para estimular con diferentes objetivos. En la sección “Apuntes para reflexólogos” se ofrecen recursos para acompañar a los consultantes desde un marco teórico existencial y humanístico, característico del ®Método López Blanco de Reflexología Holística. El recorrido se inicia en la mirada holística del ser humano y la salud, yendo desde lo más concreto, el cuerpo, hasta lo más sutil: mente, emociones, espíritu y relaciones. La salud holística refiere a la salud integral de la persona teniendo en cuenta cuerpo, mente, espíritu, vínculos, conducta, sentimientos y emociones ligadas a una experiencia subjetiva y dinámica. Puede leerse de manera independiente, o como complemento del Nuevo Manual de Reflexología. Método Holístico López Blanco. Las ilustraciones y mapas de este libro están realizadas a todo color, lo que facilita la ubicación de las áreas reflejas y la práctica de las técnicas.
Cada vez mejor
Entrevista radial a Alicia López Blanco
Actividad de Salud Holística para todo público
Recursos para tomar contacto y armonizar nuestro holos: cuerpo, mente, emociones, espíritu y relaciones Le seguimos poniendo onda a la vida y al trabajo personal, a la armonía con la naturaleza, a pensarnos como un holos y ser parte de una red. Nos juntamos para entender, reflexionar y sentir desde la filosofía y salud holística. ¿Te sumás? #holisticism #saludholistica #filosofiaholística #saludintegral Cinco encuentros vía Zoom a cargo de: Lic. Alicia López Blanco y Lic. Eleonora Biaiñ Cada semana, habilitamos material y contenidos en nuestro campus educativo virtual. Descuentos especiales para alumnos y egresados de la Escuela Argentina de Reflexología Holística, y para los socios de la Asociación Argentina de Reflexólogos.Consultas por WhatsApp al +5411 56325223 o vía mail: info@metodolopezblanco.com www.alicialopezblanco.com / www.metodolopezblanco.com
El lenguaje de los síntomas Curso on- line
Método de Lectura Holística de los Síntomas Corporales Duración: Curso de ocho meses a través de nuestro campus educativo on-line más un encuentro mensual vía Zoom. Dirigido a: toda persona interesada en transitar un camino de conocimiento personal, profesionales de la salud o estudiantes de carreras afines. Se entrega certificado de asistencia. Temas a desarrollar Cuerpo y Cultura Arquetipos de cuerpo en la actualidad Las huellas del apego El trauma en el cuerpo El lenguaje del cuerpo La postura corporal La enfermedad desde una mirada holística Salud en todos los planos Estilos de personalidad, estilos de enfermar Cuerpo y estrés La resiliencia Simbología del cuerpo El método de lectura holística de los síntomas corporales El Sistema Locomotor Desequilibrios que afectan al Sistema Esquelético y su posible lectura (por áreas) Las enseñanzas del sistema locomotor El Sistema Nervioso Lectura de desequilibrios que afectan a este sistema Las enseñanzas del sistema nervioso El Sistema Endocrino Lectura de los desequilibrios que afectan al sistema endocrino Las enseñanzas del sistema endocrino El Sistema Inmunológico Lectura de los desequilibrios del sistema inmunológico Las enseñanzas del sistema inmune El Sistema Circulatorio Lectura de los desequilibrios del Sistema Circulatorio Las enseñanzas del sistema circulatorio El Sistema Respiratorio Lectura de los desequilibrios del sistema respiratorio. Las enseñanzas del sistema respiratorio El Sistema Digestivo Lectura de los desequilibrios del sistema digestivo Las enseñanzas del sistema digestivo El Sistema Urinario Lectura de los desequilibrios del sistema urinario Las enseñanzas del sistema urinario Develando los mensajes
Cuentos de mujeres: Margarita
Margarita siempre hablaba de su madre anteponiendo la palabra “pobre”. -. Pobre mamá – decía – toda una vida de sacrificios. Pobrecita, todo lo que tuvo que soportar siempre. María, la mamá de Margarita, había nacido en José C. Paz, provincia de Buenos Aires. Hija de inmigrantes y la mayor de siete hermanos. El padre trabajaba como empleado de la construcción. Su madre no daba abasto con la crianza de tantos hijos por lo que María desde muy pequeña había aprendido a cambiar pañales, hacer la comida, limpiar y llevar a cabo todo lo que fuera necesario en la casa. En su familia los hombres eran privilegiados. Las mujeres, que eran cuatro contándolas a ella y a su madre, se encargaban de atenderlos en sus necesidades. Así, en la época en la que creció María, era ‘cosa de mujeres’ fregar pero no estudiar, y era ‘cosa de hombres’ proteger a las mujeres y, con la excusa de cuidarlas, coartarles la libertad de relacionarse con quien quisieran o salir a dónde les diera la gana. También ellos gozaban del privilegio de continuar sus estudios más allá de la escuela primaria mientras ellas solo tenían que aprender lo necesario para atender al hombre. -. Al marido hay que atenderlo – escuchaba María decir a su mamá como una letanía mientras iba y venía de la cocina – es lo que me enseñó mi suegra. Si lo querés tener contento atendelo bien. María, siendo muy joven quedó embarazada del primer novio con el que tuvo relaciones sexuales y se casó “de apuro”. A partir de ahí todo fue tener los hijos, ocuparse de la casa y asistir a Juan, el marido, que resultó alcohólico y violento. Margarita fue la segunda de sus cuatro hijos. El mayor, Pedro, recibía toda la atención de su padre mientras que a ella y a sus hermanas menores, gemelas nacidas diez años después, casi las ignoraba. Cuando Margarita protestaba intentando rebelarse, María lo defendía: -. Atendé a tu padre. No le faltés el respeto. Él trabaja para mantenernos, para que no nos falte nada. Al hombre hay que atenderlo. Si una quiere tenerlo contento hay que atenderlo bien. Por la manera en la que el padre se encolerizaba, y el trato violento y desconsiderado hacia su madre, Margarita no acordaba con que ese fuera un método eficaz para tenerlo contento. Más bien opinaba que los hombres eran unas bestias y las mujeres unas víctimas destinadas a sufrir por su culpa. Un fuerte rencor ocupaba el corazón de Margarita. A medida que iba creciendo también lo hacía el resentimiento hacia su padre y la indignación ante la pasividad de su madre, pero guardaba para sí su hostilidad mostrándose siempre atenta y dispuesta a ayudar. Asiduamente, fantaseaba con ganar autonomía económica y dejar la casa familiar. Ningún hombre le iba a decir qué hacer ni cómo debía hacerlo. Si su mamá quería ser la sirvienta de su marido y de su hijo que lo fuera, pero ella no estaba dispuesta a ocupar ese lugar. Contrariando sus ansias de libertad, a los 18 años Margarita no contaba con muchos logros. Había abandonado el colegio secundario en primer año, nadie la había estimulado a seguir estudiando ni a ella se le había ocurrido. Por esa época, su mamá empezó a trabajar como empleada doméstica y ella quedó a cargo de las tareas de la casa y el cuidado de las hermanas menores. Su vida se veía limitada a ese pequeño universo de José C. Paz. Su única diversión era salir los sábados con las amigas y regresar siempre temprano. -. Sabes lo peligroso que es el barrio, Marga. Con la droga y la inseguridad. Está lleno de delincuentes. Pero para su hermano eso no parecía un problema. Salía cuando quería con quien le daba la gana al tiempo que se encargaba de vigilarla y prohibirle cosas como si tuviera derecho. Había terminado sus estudios en la escuela técnica y comenzado a trabajar como mecánico en un taller. También mostraba los mismos rasgos de violencia de su padre. No tenía reparo en maltratar a su madre con gritos y reclamos si ella no respondía a sus expectativas. Margarita no se sentía muy inclinada a relacionarse con los chicos de la zona. Todos les parecían tan brutos como Pedro. Un domingo, su madrina Antonia que vivía en la capital, fue de visita y le pidió a María si le permitía a Margarita acompañarla por unos días en su casa. Tenía que operarse de los juanetes y necesitaba que alguien la asistiera en el postoperatorio. -. Bueno, dijo María – si solo son unos días… porque ya sabes que a Marga acá la necesitamos mucho. Yo trabajo afuera, son dos hombres que atender y las nenas todavía son chicas. Está la comida, la ropa, y, además, ella no está acostumbrada a ir al centro… Por primera vez, Margarita se fue a vivir lejos de su familia imaginando que, aunque en lo de Antonia la situación no fuera mejor que en su casa, al menos era un cambio. Su madrina vivía sola en un pequeño apartamento cerca del hospital donde trabajaba como ayudante de enfermería. Ángela, su mejor amiga, era la dueña de la peluquería de la esquina. Cuando no estaba trabajando, Antonia pasaba allí la mayor parte de su tiempo. Ayudaba a lavar cabezas o pasar tinturas solo por el placer de compartir la charla entre mujeres. Era un lugar de reunión en el que las vecinas del barrio se contaban la vida entera. A Margarita la sorprendió el contraste de ese mundo con el suyo de José C. Paz. No estaba acostumbrada a las risas, la alegría y la camaradería. Tampoco a las confidencias. Miraba con azoro a Antonia, redescubriéndola. Una mujer de 47 años que se mantenía sola, nunca se había casado y, sin embargo, se la veía contenta con su vida y su trabajo. Su madrina pasó la operación de juanetes con una recuperación rápida y sin complicaciones. Iban juntas hasta
Formación en Reflexología Holística
Escuela Argentina de Reflexología Holística Formación en el ®Método López Blanco Reconocido por la Asociación Argentina de Reflexólogos. Nuestra formación se brinda a través de nuestro campus educativo virtual y clases semanales vía Zoom. Los encuentros presenciales se realizan en nuestra sede de Carlos Villate 1891, Olivos, Vicente López. La formación puede iniciarse en cualquier momento del año. Las condiciones se detallan en el PDF descargable al final de esta entrada. Esta es la oportunidad para formarte en una profesión de excelencia, con un método de acompañamiento integral al consultante.La Reflexología es una terapia natural que estimula el despertar del médico interior que todxs llevamos dentro. Lo hace a través de técnicas manuales, aplicadas en zonas reflejas de pies y manos, que representan a la persona en su totalidad: cuerpo, mente, espíritu, emociones y relaciones. También utiliza técnicas verbales para acompañar el proceso terapéutico.Esta terapia favorece la relajación, reduce el estrés, mejora la circulación nerviosa, sanguínea y energética, y propicia cambios en el área emocional y psíquica. Las clases están a cargo de las Lic. Eleonora Biaiñ, directora de la institución, y Lic. Alicia López Blanco, asesora académica, acompañadas por el equipo de instructores de la Escuela Argentina de Reflexología Holística (fundada en 1992 por Alicia López Blanco). Podés seguirnos en Instagram y Facebook @saludholistica.ar Entrando al siguiente link podrás descargar un PDF con toda la información:
El desarrollo de las inteligencias emocional y espiritual…
…en el ámbito escolar Ver videos de fragmentos de la Charla para docentes y directivos de niveles primario y secundario dada el 15 de mayo a las 18 hs. en San Joaquin School. San Juan 4570. Villa Ballester. La educación emocional y espiritual es un proceso continuo y permanente que se propone potenciar el desarrollo de competencias que favorezcan el desenvolvimiento de una personalidad integral, con capacidad para gestionar la propia vida y aumentar el bienestar personal y social. La inteligencia intrapersonal(la referida al conocimiento de uno mismo) y la interpersonal (la relacionada con la capacidad de entender los estados emocionales y motivaciones de los otros) son las predecesoras directas del concepto de inteligencia emocional, la cual está formada por la integración de ambas. Si se añade a estas la inteligencia espiritual, se estará en mejores condiciones de dirigir la propia vida de manera satisfactoria. Es importante que los integrantes de las generaciones nacidas bajo el ala de Internet puedan desarrollar lo que la tecnología y el mundo virtual no facilitan:
Déjate sostener
Extraído de “Estar Mejor”, Alicia López Blanco. (Ediciones B) Hasta mis seis años de edad, con mis padres solíamos ir a pasar los domingos a un club cercano al Río de la Plata. Ni bien llegábamos dejábamos nuestras pertenencias en un armario y, sin que mediara pausa alguna, partíamos hacia el río. Para llegar a la playa teníamos que atravesar un sinuoso y poco marcado camino entre juncos. El lugar, muy agreste, le daba un marco de aventura a la experiencia. Las varas nos raspaban las piernas y eran tan altas que no nos permitían ver más allá de unos metros. Muchas veces perdíamos el rumbo y teníamos que desandar lo andado para encontrarlo. Cuando ya parecía que nunca hallaríamos el lugar, la gran masa de agua se presentaba de manera abrupta. Su inmensidad no dejaba de estremecerme en cada ocasión. La pequeña playa se adentraba en el río con un declive suave. La textura del lecho, barrosa y ondeada, me generaba algo de aprensión e inseguridad. La habíamos encontrado por azar y, dado que en todas nuestras visitas al lugar nunca nos habíamos cruzado con persona alguna, nos gustaba imaginarnos sus descubridores. Mientras mamá y yo permanecíamos en la orilla, papá se sumergía rápidamente en el agua y nadaba lejos. Al rato, venía a buscarme y me llevaba hasta donde yo no hacía pie. “Te voy a enseñar a hacer la plancha” – me decía – “es muy importante que la aprendas pues te puede salvar en caso de un naufragio, o si estás nadando y te sorprende una tormenta, o te acalambras, o la corriente te lleva lejos y no encuentras el camino de regreso. Si alguna vez te hallas en alguna de esas situaciones, no te olvides, coloca tu cuerpo cara al cielo y flota. Confía en que el agua te traerá nuevamente a la orilla.” Déjate sostener Con sus manos sosteniéndome por debajo, yo intentaba lograr el cometido pero en cuanto él comenzaba a alejar de manera paulatina su sostén, me hundía indefectiblemente. Llorando de miedo e impotencia le rogaba que diera por terminada la lección pero él, implacable, respondía. “Si te rindes tan fácilmente no vas a poder sobrevivir, vamos a intentarlo otra vez. El problema es que no te pones lo suficientemente floja. No te dejas sostener por el agua. Afloja el cuerpo, así, bien flojito. Afloja los pies, las piernas… te estoy sosteniendo así que relaja… ahora la espalda y la cabeza… respira suave y lento. Presta atención al aire cuando entra y sale. No muevas nada… no te olvides de respirar. Deja tu cuerpo muy quieto y laxo… así… Si te hundes un poquito no importa porque en seguida saldrás a flote. Siempre vas a salir a flote si no te olvidas de relajarte y respirar. No realices ningún movimiento… no es necesario… el agua te sostiene. Ves, ya no te estoy sujetando y el agua te sostiene. Si no te olvidas de relajarte y respirar puedes sobrevivir a cualquier tormenta.”
Cuentos de Mujeres: Dalia
No sé qué ponerme para ir al casamiento de Lourdes. Los vestidos de fiesta que tengo ya me los vieron y además ninguno me queda bien. Me marcan la panza, los rollos, todo. Necesito ponerme uno suelto, como dice Beatriz. A ella le quedan lindos pero yo, me los pongo e invariablemente me siento un tanque. Ayer vino Marita y trajo las fotos de su cumple. No me puedo ver en las fotos, me veo horrible. Al mirarme de reojo en las vidrieras de los negocios, o al observarme en el espejo, pienso que mi cuerpo no se ve tan mal, pero en las fotos veo relucir todos mis defectos y lo peor es que me invade la conciencia de que van a permanecer allí, imborrables. Si me esfuerzo al máximo haciendo régimen, puedo llegar a adelgazar de cara, de brazos, de tetas, de lo que sea, pero la barriga, el culo y las piernas ni se enteran. Doble ancho de la cintura para abajo, como mi mamá. Panza llena, corazón contento solía decir mi abuela. ¿Cómo puede una mujer tener el corazón contento si tiene panza? ¿Como puedo tener el corazón contento con este cuerpo? Lo único que escucho es: estás más flaca, estás más gorda. No entiendo por qué todo el mundo tiene que comentar algo respecto de mi cuerpo. Otro clásico ¿estás haciendo dieta? Si ya saben… no deberían preguntármelo ¡Toda la vida hice dieta! No sé cómo es vivir sin hacer régimen, sin contar las calorías, sin sentirme culpable cada vez que me doy el gusto de una masita, un trozo de torta, una porción de pizza. A muchas mujeres parece que no les importara, van por la vida con los rollos de grasa al aire y se las ve tan tranquilas, tan seguras de sí mismas. Pensar que yo no me animo a usar bikini ni en la pileta de casa por si alguien me observa desde algún balcón. Marita está haciendo una dieta disociada. Dice que es fantástica. Adelgazó tres kilos en una semana. No sé si probarla y dejar la que estoy haciendo o seguir un poco más con esta. La disociada no la probé nunca. O tal vez sí y no me acuerdo. No sé… Ella tiene un marido que le dice cosas lindas. Como que está ‘fuerte’ así rellenita, que le gusta tener de qué agarrarse y ese tipo de piropos. El mío no me dice nada, está en su mundo. No se da cuenta si me corto el pelo, si adelgazo, si engordo, si me compro ropa nueva. A veces creo que no existo para él. A las flacas todo les queda bien, como a Susana. Es tan linda que parece una modelo. Y eso que tuvo tres hijos. A mí, después del primer embarazo se me ensanchó la cadera al doble. Nunca volví a tener el cuerpo de antes que, dicho sea de paso, no era algo para destacar o, mejor dicho, en algunas partes se destacaba demasiado. Cierto que mis pechos nunca fueron grandes, pero después de amamantar me quedaron caídos y chiquitos como dos pasas de uva. Cuando supe que no iba a tener más chicos me decidí por la cirugía. El médico insistió en que no eligiera prótesis tan grandes, pero no pude resistirme. Siempre había soñado con una buena delantera. Además, pensé, las tetas grandes van a disimular el tamaño de mi cadera y voy a parecer más armónica. Al final el cirujano tenía razón, me quedaron horribles. Ahora parezco un armario. Toda ancha. Para que no se me noten, uso alguna chalina o bufanda y me las cubro. Pienso mucho en operarme de nuevo y reducirlos, pero me da miedo. Luli pasó por eso sin problemas cuando se le encapsularon las siliconas. Tal vez tenga que pedirle turno al cirujano y preguntarle, pero no me decido. Igual, el tema me obsesiona. Sé que la voy a pasar mal en el casamiento. Todo el tiempo comparándome con otras, más lindas, más flacas, más jóvenes. Si pudiera no iría, pero no se trata de un acontecimiento cualquiera, es nada menos que el casamiento de Lourdes, la hija de la hermana de Arturo. Una no puede fallarle a una sobrina porque no le gusta su cuerpo. Después de todo, además de ser su tía soy su madrina de bautismo. En vez de pensar en mí debería pensar en la importancia que tiene para ella mi presencia en ese día tan especial pero, la verdad, solo puedo preocuparme por mi angustia. Imposible hablar de esto con Arturo. Lo tengo cansado con el tema. Me va a decir cómprate ropa nueva y se te pasa. Cree que todo se arregla con ir de shopping. No tiene idea de lo que sufro en las tiendas. Si una prenda me gusta en la vidriera, la odio en el probador y, al final, por vergüenza, por haber hecho ir y venir a la vendedora con enormes cantidades de ropa para probarme, termino llevando algo que no me gusta y regalándoselo después a alguna amiga. Cuando le digo cómo me siento a Marita siempre me dice ‘si estás divina Dalia, para tener cincuenta estás hecha una diosa’. ¿Una diosa? Es una ingenua mi amiga, se cree que con eso me levanta el ánimo. Mi cuñada no para de llamarme por teléfono para hablar del casamiento. Que la ropa, que los souvenirs, que el catering, que el salón. Yo trato de ayudarla en lo que puedo pero me cuesta imaginarme allí. Igual no digo nada. Recorro las tiendas del barrio una y otra vez buscando la indumentaria adecuada. Finalmente encuentro una túnica negra en una boutique cerca de casa. Es preciosa, con un bordado en lentejuelas negras y blancas. La vendedora me dice que me sienta de maravillas, que me hace parecer súper delgada ¿qué otra cosa me va a decir? Decido llevarla. Es lo mejor que vi hasta ahora. Hoy es el día. A media mañana, me probé la túnica, me miré
El trauma en el cuerpo
(Extraido de MI CUERPO, MI MAESTRO. Alicia López Blanco. Editorial Albatros) En el cuerpo están escritas todas las experiencias que nos han resultado traumáticas. Un “trauma” es un choque emocional capaz de producir un daño duradero en el inconsciente. Vivencias de esta naturaleza nos afectan como totalidad, y por eso influyen en todos los aspectos de nuestras vidas. Desde la sombra, el trauma dificulta la integración y la coherencia, tanto al interior de nosotros mismos como en las relaciones que establecemos. El trauma puede derivar de experiencias de maltrato infantil, que ocurre cuando un padre o cualquier otro adulto causa un daño físico o emocional a un niño en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza y poder. En esto está incluida la exposición del hijo a situaciones de violencia entre los padres. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. En casos extremos puede verse alterado el desarrollo de los sistemas nervioso e inmune. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir discapacidades o enfermedades de diversa índole. El maltrato ubica al niño como víctima de violencia en cualquiera de sus manifestaciones y puede ser físico, emocional o psicológico, y sexual: En el maltrato físico se incluyen: golpes, latigazos, ataduras, encadenamiento, quemaduras, mordeduras, colocar al niño bajo la ducha fría o mantenerlo sumergido en el agua, lanzarle un objeto o utilizar un objeto para golpearlo, hacerle pasar hambre o no proporcionarle comida, zarandearlo, encerrarlo. El maltrato emocional o psicológico tiene un efecto negativo en el desarrollo emocional y en la autoestima. En él se incluye ignorar al niño o no demostrarle sentimientos de amor, apoyo u orientación, amenazarlo, atemorizarlo, denigrarlo o criticarlo constantemente. Otra forma de maltrato es la negligencia, que consiste en cualquier acción, o inacción, de la persona a cargo del cuidado de un niño, que le cause un daño físico o emocional. En este ítem se incluye cualquier cosa que interfiera con su desarrollo y crecimiento, como no proveer comida, abrigo o una vivienda adecuada, no proporcionar atención médica ante una lesión o enfermedad, encerrarlo en una habitación o un placard, exponerlo a una situación de peligro donde pueda lesionarse físicamente o morir. El abandono es un tipo de negligencia que ocurre cuando se deja a un niño solo durante un período de tiempo prolongado, o cuando sufre un daño serio porque nadie lo estaba cuidando. El abuso sexual es cualquier tipo de contacto sexual con un niño, o cualquier comportamiento que tenga como fin la excitación sexual del adulto, utilizando como objeto al niño. No sólo implica mantener relaciones sexuales con él, tocar sus genitales o hacer que el niño le toque los genitales, sino también hacer que pose para fotografías pornográficas o videos, contarle chistes o historias con connotación sexual, mostrarle material pornográfico, obligarlo a desnudarse, «exponerse» ante él o mostrarle los genitales. En muchos casos el abuso ocurre dentro del hogar, y los autores son las personas encargadas de la crianza y desarrollo, en otros, personas allegadas a la familia o del ámbito educativo o de esparcimiento. Al niño le resulta difícil hablar pues queda atrapado en el doble mensaje de los adultos que, al mismo tiempo, parecen amarlo pero lo maltratan, y en su doble sentimiento de afecto positivo hacia ellos y temor por el poder que ejercen sobre él. Los adultos que abusan sexualmente de los niños suelen conocerlos previamente y estar relacionados con ellos de alguna manera. Generalmente, utilizan esta relación a su favor ejerciendo sobre la víctima su poder de seducción, pidiéndole que mantenga en secreto lo que comparten, o amenazándolo con que le pasará algo malo si se lo dice a alguien, o le pasará algo malo a alguien a quien él quiere. Algunos indicadores emocionales de un niño abusado sexualmente, o de los niños que son testigos del abuso (pero que no son las víctimas directas, como por ejemplo hermanos) pueden actuar como alertas para un observador atento: Estar triste o enojado. Estar retraídos, temerosos, deprimidos, o tener poca autoestima o hacerse daño, como por ejemplo cortarse. Los niños más deprimidos pueden contemplar el suicidio o intentar suicidarse. Algunos niños se dedican a intimidar a otros y tienen problemas para controlar su agresividad y otras emociones. Muchos de ellos tienen pesadillas o problemas para dormir y regresión en el control de los esfínteres (niños que habían superado esa etapa vuelven a ella). Problemas de relación. Problemas para relacionarse con otros y mantener relaciones. Por lo general falta de confianza en los demás, especialmente cuando se trata de adultos. Una señal preocupante es cuando el niño no busca el consuelo en los padres o personas encargadas de su cuidado. Mal comportamiento o conductas de riesgo. Es posible que pierdan interés en actividades que antes disfrutaban, no se concentren en la tarea escolar y sus calificaciones empeoren, presenten problemas de disciplina o se pongan en peligro al adoptar conductas de riesgo. Erotización temprana. Los chicos y chicas expuestos a abuso sexual y experiencias sexuales desviadas, conductas, actitudes y conocimiento sexual inapropiado poseen riesgo de erotización temprana y sexualidad precoz. Pueden, así mismo, experimentar su primera excitación sexual en el momento del abuso. Hay conductas que tienden a exacerbar el erotismo en niños, niñas y adolescentes como: estimular modos de comportarse, poses y actitudes eróticas propios de personas jóvenes o adultas, el consumo de ropa, juguetes, películas, personajes de ficción, dibujos animados, cosméticos, juegos, eventos, programas televisivos, redes sociales, publicidad, concursos y eventos que hacen énfasis en los atributos eróticos en lugar de resaltar las características propias de la niñez y adolescencia. Algunos signos a observar: masturbación compulsiva, provocación erótica o conducta sexual inapropiada. La presencia de algunos de los síntomas descriptos en los casos anteriores no evidencia, necesariamente, una situación de abuso, pues los niños que están atravesando situaciones conflictivas, como la separación o divorcio de los padres, una mudanza familiar, o la pérdida de un amigo o miembro de la familia, suelen sufrir cambios de humor o de conducta y presentar algunos de